La
realidad tiene poco que ver con el accionar de los políticos o los comentarios
de las redes sociales.
Si
se asoman a los pueblos, caseríos y ciudades, y conversan con la llamada gente
de a pie, como la señora que hace cola para comprar harina, el señor que espera
cupo en el hospital para una intervención, la muchacha que quiere un empleo
para ayudar a su familia o el anciano que piensa qué lo matará primero si dejar
de comer o dejar de tomar la medicina, porque para las dos cosas no le llega la
pensión, les dirán que les importa casi nada, o un comino, el recibimiento de
Capriles en Chile, la nacionalidad de Maduro o el Pajarito.
Les
dirán que desde la última elección, ningún político ha vuelto a pisar el
barrio, que la política no les soluciona los problemas y que ellos quieren
posibilidades para emprendimiento o empleo de calidad, educación, seguridad y
un sistema de salud eficiente, unido a que no suban los precios y se consigan
los productos básicos.
Y de refilón, todos mencionan esos problemas, pero acciones activas de
acompañamiento en protestas contra esos males, no se ven por ningún lado. El
cómo mejorar la situación de la mayoría de los venezolanos brilla por su
ausencia en el discurso de los líderes.
Les digo al señor Nicolás y al señor Capriles que los circos, las elecciones,
los escándalos, el activismo limitado a lo mediático y los rumores, pueden entretener a la gente
por un tiempo. Pero en cuanto aparezca una opción que le hable a las masas de
sus problemas que los acompañe cuando se quejan y que les proponga acciones
para solucionarlos, ustedes pasarán a la historia.
Creo que debemos empezar a pensar en una nueva opción, no será hoy ni mañana,
los procesos de cambio llevan tiempo. Pero participar como ciudadanos en una
toma de conciencia, no temerle a la crítica sana, intercambiar opiniones sin
temor a ser etiquetados es una buena forma de comenzar.
Si
no estás conforme con lo que sucede, actívate en tu entorno: conversa, sugiere,
siembra la semilla y muchas ideas nacerán que tarde o temprano darán como fruto
nuevos movimientos y formas de hacer política.
Mientras
tanto, cumple tu parte. Evita ensuciar tu calle aunque otros no lo hagan,
saluda en las camionetas aunque no obtengas respuesta, conversa con las
personas sobre la realidad sin importar su opción política. Haz bien tu trabajo
en el ámbito donde te toque actuar. Y eso también será contribuir a que cambien
las cosas. Reúnete con tus vecinos. Asiste a las juntas de condominio, a las
reuniones de los Consejos Comunales. No dejes vacío ningún espacio donde puedas
participar. Para eso no necesitas marchar, ni quemar cauchos, ni líderes que te
inviten.