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El CNE paralizó el proceso de recolección de firmas que se realizaría el 26, 27 y 28 de octubre de 2016 para activar el Referéndum Revocatorio. Ante esto, la Mesa de la Unidad Democrática respondió diciendo que se había roto el hilo constitucional y que el pueblo debía reestablecerlo, para ello, convocaron la “Toma de Venezuela” para el miércoles 26 de octubre y sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional para el domingo 23 de octubre.

Nicolás Maduro no hubiese dado la orden de suspender la recolección de firmas para activar el revocatorio sin tener calibradas las posibles reacciones y la respuesta MUD. ¿Creen que no se preparó? Es obvio que Maduro adelantó los tiempos de enero a hoy porque consiguió un salvavidas financiero, tampoco hubiese lanzado esta bomba sin tener precisión de la cohesión militar; tanto, que hasta viajó para seguir trabajando el dinero que necesita. Por otro lado, la ilusión de mejora del abastecimiento con productos importados está calmando tensiones. Mientras, los poderes trasnacionales están tan abocados a frenar a Trump que hasta desatendieron el problema Daesh. Venezuela, por lo pronto, no es tan importante. Precisaron bien los tiempos.

A medida que se propaga la noticia de la cancelación del firmazo para el revocatorio, aumenta la molestia social, la indignación e incertidumbre recorren Venezuela. Esta inmensa indignación e incertidumbre porque no hay cambio electoral está siendo trabajado por el régimen para transformar el miedo en pánico; el miedo siempre moviliza, aunque sea hacia atrás, el pánico inmoviliza. Estos días serán de sembrar pánico. Esto es un tobo de hielo sobre una Venezuela enferma, ese tobo lo cargaron muchas manos, estas manos no pueden decirnos qué hacer. "Agotando las vías democráticas" agotaron a todo el país, la reacción luego del tanganazo no luce viable ni creíble.

Si en la MUD sabían lo que iba a ocurrir -porque es obvio que lo sabían-, ¿por qué no se prepararon?, ¿por qué siguieron levantando falsas esperanzas?, ¿por qué no se adelantaron?

La MUD no hizo lo procedente porque hay dirigentes que no pueden hacer nada, hay quienes quieren hacer algo y no se ubican, y otros que simplemente no quieren hacer nada; pero en cualquier caso, había que hacerlo de inmediato.

A esto debemos sumarle el papel que el Partido Un Nuevo Tiempo ha tenido en todo este entramado de negociaciones y pactos con el PSUV; por eso no debemos acatar ni atender lineamientos de la Mesa de la Unidad Democrática hasta tanto UNT no sea expulsado de la unidad, porque Manuel Rosales y su partido son concomitantes del PSUV. Es ética, política y prácticamente inviable e inadmisible ser dirigidos por agentes de la dictadura.

Venezuela hoy está en dictadura abierta, seguir comportándose como si hubiera una "democracia ineficiente" es jugar a perder-perder, seguir buscando vericuetos constitucionales para ser “propositivo” no tiene sentido. Para responder a esto, la respuesta debió ser inmediata y con toda la fuerza posible, no debía ser la obvia y esperada, es irresponsable seguir el guion impuesto por la dictadura.  Es insano seguir jugando con las esperanzas de un pueblo que está sufriendo en un momento de histeria inducida. No debemos hacerlo.

No tenemos elementos que nos hagan pesar que esto no es pactado y simulado, nos trajeron hasta aquí a punta de mentiras y negociaciones, usted puede notar que le dieron al PSUV el tiempo de blindarse de aquí al miércoles, como siempre; y el momento lo usará la dictadura para detectar y neutralizar como sea cualquier movimiento ascendente que sí perturbe la estructura de poder como ocurrió previo al 1 de septiembre.

Quien por histeria colectiva siga creyendo en Capriles y en sus protestas simuladas que luego manda a recoger o que son suspendidas a última hora, bien, lo respeto. Pero, usted no debería buscar que le mientan y que le digan solo lo que quiere oír, piense con el cerebro y no con las vísceras, analice la política de todo 2016.

La recurrente pregunta que se hacen muchos desde el jueves es “¿Y ahora?”, la respuesta es simple aunque las emociones no permitan verla: Si las reacciones a este suceso por parte de la dirigencia política y la sociedad fueron calibradas por la dictadura, es obvio que reaccionar tardíamente es un error; no podemos seguir de reacción en reacción con acciones inducidas, tardías y pactadas con el régimen. Toca prepararnos para la lucha real y definitiva, esto comenzará con un hecho de alto impacto social que elevará los ánimos y cuya energía podrá ser conducida hacia la protesta masiva, pacífica y organizada para exigir irreductiblemente la dimisión de Nicolás Maduro de la presidencia.

Lo bueno de todo esto -por eso no estoy molesto ni iracundo- es que la élite política en su conjunto creó las condiciones para que demos la lucha definitiva y con ella la victoria; el verdadero cambio está en cambiar una esperanza por otra.