No es nuevo que toda la
ciudadanía y los medios de comunicación se quejen de la inseguridad en la que
vivimos, de los delitos violentos y del irreductible número de homicidios de
todos los fines de semana. Adicionalmente, el público y los medios ya comentan
con insistencia otros hechos que han devenido cotidianos como la corrupción de
policías y miembros de la GNB que participan en robos, secuestros y venta de
drogas o armas; la ingobernabilidad causada por hordas de motorizados; los
motines y matanzas periódicos en las cárceles; y la ferocidad enfermiza de
militares que golpean brutalmente a jóvenes universitarios o que torturan
sistemáticamente a sus detenidos…
Pues bien, la cosa es más
grave, porque todo esto revela una misma racionalidad mayor a la cual responden
las ejecutorias del presente gobierno, en la que pareciera estar entrampado sin
saber hoy cómo salir.
Aunque no aparezca como obvio
ante el público general, casi todas las manifestaciones delictivas, de
violencia y de ingobernabilidad que hoy nos agobian, tienen que ver con la
vocación autoritaria militarista del gobierno desde que se inauguró, y con la
promoción que comenzó en 2003 de políticas que buscaban neutralizar a la
población opositora venezolana y asegurarse apoyos políticos internacionales…
En resumen, se trata de la militarización del estado, del control de cambios y
de importaciones; de la organización de “colectivos” armados en las principales
ciudades; del apoyo a la narco-guerrilla colombiana; y de la política
comunicacional sembradora de odios y de confrontación entre grupos sociales.
¿Y qué pasa hoy?... que
después de diez años, parecieran haberse alzado los “socios” con quienes el
gobierno tuvo que negociar alianzas que viabilizaran esas políticas… En la
actualidad, esos socios no solo desobedecen al gobierno sino que lo desafían
abiertamente…
¿Qué podrán hacer los
ministros para regresar a sus socios “al redil”?... ¿Será que veremos nuevos
enfrentamientos violentos en que el gobierno ejerza su autoridad empleando las
armas?... ¿O más bien entraremos en una fase de abierto y formal co-gobierno
entre “La revolución” y los Pranes?... Amigos, esto no es una exageración… lo
que hemos visto hasta ahora son solo unas puntas de muchos "icebergs” que
vienen navegando hacia nosotros…
He aquí la lista -no
exhaustiva- de varios conflictos que están latentes o en puerta, en los cuales
se juegan la confrontación o la negociación de un co-gobierno entre “líderes”
del PSUV y capos de las organizaciones delictivas que hasta hoy han sido sus
asociadas:
… ¿Nuevas matanzas de la GNB
en cárceles dominadas por Pranes?... Y encadenado con esto… ¿Olas de delitos en
las ciudades, orquestadas por esos mismos Pranes en represalia frente al
incumplimiento de “negocios” que ellos habían acordado con “la ministra”?
…¿Un caos urbano que surja de
paros del tránsito provocados por motorizados violentos, muchos de ellos
armados e ideologizados por el gobierno en sus programas de “Colectivos”?...
… ¿Parálisis casi absoluta del
abastecimiento de importaciones, originada por las redes de “comisionistas”
militares y civiles que se resisten a perder sus prebendas en las aduanas
portuarias, después de la intervención de algunas de ellas surgida de
“iniciativas anti-corrupción” que respondían solamente a enfrentamientos entre facciones
del PSUV?...
… ¿Agravamiento de la ya
insostenible situación de inseguridad de campesinos y empresarios del campo en
las zonas fronterizas, como resultado del relajamiento de la acción protectora
por parte de la FANB, en muchos casos asociada a la complicidad en el cobro de
vacunas y el tráfico de drogas?...
… ¿Enfrentamientos armados
abiertos entre las varias redes de narco-traficantes en las que sus cabecillas
son militares y altos funcionarios, que ya ha dado origen a los asesinatos de
un exgobernador y un general activo, y a la reciente fuga de otro exgobernador
para entregarse a la DEA?