Soy de la
personas que entiende que la crisis que atraviesa el país no es sólo económica,
política y social, en parte se debe a una severa crisis de conceptos que aún el
venezolano no termina de asimilar.
Esto pasa
en el caso de los funcionarios públicos -por nombrar sólo uno- quienes están
convencidos que trabajan para el Gobierno, cuando en realidad, la forma correcta
es decir que se trabaja para el Estado, el cual dentro de los conceptos que
conozco, se encuentra conformado por territorio, población y poder, este
último, representado por la figura de un gobernante. En este orden de ideas, es
absolutamente erróneo aseverar que los trabajadores públicos trabajan para el
Gobierno.
Por otra
parte, la mayoría de los venezolanos se empeñan en defender algo que no
conocen, son capaces hasta de aplicar la violencia en muchos casos por defender
la revolución, al pueblo, contra el fascismo, promoviendo el socialismo, en fin
son capaces de dar la vida por la patria sin siquiera saber el significado de
esta palabra; y esto se debe en parte a que los políticos -que si saben- se
encargan de comprar medios de comunicación para de esta forma crear un filtro
entre lo que se sabe y lo que no se debe saber, manteniendo de esta manera al
venezolano en una situación de desinformación llevando sólo aquello que les
conviene debe ser escuchado y leído, con la finalidad de "mientras menos
sepan, más control ejerzo sobre ellos".
Aunado a
lo anterior, los pocos venezolanos que se preocupan por saber los conceptos,
luego son tildados de divisionistas o traidores, y la campaña en su contra es
algo bestial con la intención de sacarlos del camino.
La
realidad de todo esto es que Venezuela enfrenta la peor crisis de su historia,
una crisis de conceptos que de no ser corregida a prontitud no nos permitirá
salir del tercermundismo politiquero, showsero y populista en el cual estamos
desde 1958, de no salir de esta crisis seguiremos siendo gobernados por
personas poco preparadas, a los cuales no les conviene que las personas sepan
el concepto real de las cosas, seguiremos creyendo en aquellos políticos que te
pintan pajaritos en el aire, te prometen villas y castillos, que te aseguran
que la circunferencia tiene un ángulo recto, para así mantenernos sumisos en un
país donde la realidad no es como te la hacen ver los medios y actores
políticos.
Como
punto conclusorio, recomiendo leer un mínimo de treinta minutos al día, si no
entiendes el significado de una palabra, preocúpate por haber ¿qué es? ¿de
dónde proviene? su noción, distintas acepciones de esa palabra y por último
obtendrás el concepto. De esta manera nos aseguramos que la verdad tiene dos
caras al igual que una moneda, y lo mas sano es conocer las dos verdades, para
de esta forma decidir con CRITERIO PROPIO de cual lado de la moneda te siente
más cómodo de defender su concepto.