Las críticas
me lloverán a cántaros, los insultos vendrán a coro y las "mentadas de
madre" me saldrán de gratis, pero creo que esto que siento no me lo puedo
guardar para mí mismo.
Henrique
Capriles Radonski, ¡cuánto no se ha dicho ya de este personaje! Activo
personaje en los sucesos del 11 de abril, preso de conciencia por el
ex-presidente Hugo Chávez, candidato a la presidencia en 2012 y 2013. ¿Un
luchador humilde, creyente y prudente? ¿O quizá un cobarde desvergonzado cuyo
pánico nos ha llevado al peor desastre económico en nuestra historia?
Saldrán
iluminados a decirme que "estoy destruyendo la Unidad". ¿Es destruir
la Unidad dar una opinión a las acciones de nuestros representantes políticos?
Si eso es así pues, vaya... Somos unos hipócritas entonces. Hablando de un
"Gobierno espurio y represor" cuando en la oposición también
hay represión y dirigentes corruptos e ilegítimos que no podemos denunciar.
Hablar del
14 de abril y Capriles sería un cliché, un tema sobre-explotado hasta el
cansancio, incluso un tema aburrido, de igual manera el período conocido como
#LaSalida (o el 12F o como deseen llamarle) y Capriles, ya que es un hecho
irrefutable para todos nosotros su no participación en estas protestas debido a
que las consideraba "descoordinadas y sin contenido
social". Vamos a darle la "razón". Vamos a decir que esos
que protestaban por la inseguridad, por la incapacidad gubernamental, por la
escasez, por los altos precios, por el apartheid político que se vive en las
instituciones públicas, por la corrupción, por el abuso de las vacunas y las
matracas, por la falta de educación, por la pésima condición médica, por la
censura de los medios de comunicación privados, por la ignominia que sufren los
que disienten de la opinión oficial, por la represión y por toda esa lista de
problemas que existen en este país y que la Revolución Bolivariana declaró,
afirmó y juró erradicar hace ya más de 15 años, vamos a decir que solo eran un
grupete de pajúos sin oficio y tarifados que tenían su "arrechera descoordinada"
y que solo eran "carne de cañón de ambiciones personales de líderes
irresponsables". Digamos que tiene razón (y por supuesto, siempre tendrá
algunos argumentos válidos, y es por eso que cito su opinión, pero permítame
disentir de ella).Pregunto, a usted Henrique Capriles Radonski, le hago la cuestión como venezolano de a pie, como joven estudiante de solo 18 años que desea tener un buen futuro y que está preocupado por su país, le hago una simple pregunta con el venezolanismo en el corazón y en la jerga: "¡¿Y qué coño estás haciendo tú, Capriles?!".
¿Luchando
por las parlamentarias? Mire señor, usted vive en un apartamento lujoso. Tú no
haces colas, tú no tienes que pagar la pastilla de acetaminofén por el precio de la caja completa, tu no llevas roncha como muchos aquí
abajo, en el pueblo llano. ¿Crees que es justo torturarnos un año más creyendo
en "pajaritos preñados"? No, Henrique. Hay gente que se muere por no
tener medicinas, gente que muere por no pagar vacunas, gente que muere por
salir a una fiesta en la noche.
¿Creando
una nueva mayoría? Pues, déjame decirte que echándole tierra a Leopoldo López y
los salidistas más radicales (tratándolos como chavistas, en algunos casos),
solo ganas más y más detractores. Mostrando una actitud tan pasiva e
irresponsable en un momento crítico de nuestra historia solo hunde más su ya
deteriorada reputación.
¿Preocupado
por el estado Miranda? Renuncia a la gobernación y ve a la calle a demostrarle
a los mirandinos que por ellos eres capaz de sacrificar el poder solo por amor
a ese pueblo que tanto te quiere. Que realmente te importa más estar con ellos
en el barrio que con los buitres adecos en la casa del gobernador. Haz algo por
esa gente que se está muriendo en los hospitales sin medicina.
Lo critico, caballero, porque usted no tiene
palabra y no tiene honor. Usted, lamentablemente, es un político de mierda.
¿Fuerte, no? Aquí sobran los políticos así y usted se hundió en esa letrina por
su pánico a actuar con responsabilidad contra la manada de asesinos, ladrones y
golpistas que hay en Miraflores.
Honestamente,
no espero nada de usted, pero si al menos quiere redimirse de lo que está
haciendo, haga algo útil. Haga algún plan a mediano plazo para recuperar la
democracia, algo mecánico y lógico, no algo abstracto y demagogo.
"¿Y qué
planteas tú, Julio Lugo, escritor de esta crítica, para ayudar a este país?
¿Qué estás haciendo tú?" Te respondo, amigo lector. Yo creo en la
#Disidencia. Yo creo que la información es el arma más potente que tenemos como
equipo. Creo en el activismo político de ruptura para formar una nueva mayoría
crítica con su liderazgo político e informada sobre los problemas sociales de
nuestro país. Yo creo que si, con la formación de redes, podemos repartir
información por todos los rincones del país sobre la realidad social de la
nación, podemos derrotar en las calles y en las urnas, a este régimen de
mentiras y propaganda. Desde la #Disidencia hay ideas, líderes sociales frescos
y claros como Julio Jiménez Gédler (@juliococo) y un grupo de jóvenes
luchadores que, si bien podemos discrepar entre nosotros como seres críticos,
siempre nos vemos unidos por nuestro objetivo común de bienestar y unidad
popular.
Si eres un
acérrimo seguidor de Capriles y sus ideas, y consideras que todo lo que escrito
es un simple pedazo de amargura chavista, está bien, tu sigues siendo mi
hermano o hermana, pero si te dejo esto para que reflexiones: "Luego de
este 8D, Nicolás, iremos por ti y tu nefasto Gobierno, constitución en mano".
Mira, Nicolás dice que le avise cuando esté llegando, se va a acostar porque le
duele el culo de estar tanto sentado esperando.
Me despido,
muchas gracias por leer esta crítica. Si te gustó, te invito por favor a
compartirlo. Si estás de acuerdo o si discrepas de mi opinión, te invito a
comentar en la parte de abajo logueado con facebook, responderé sin dudarlo.
