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Había una vez un elefante de pocos meses de nacido que un hombre encontró en la selva. Lo llevó a un lugar donde hay muchos más animales, todos en jaulas o amarrados con cadenas, entre ellos una elefante adulta que sólo estaba sujetada por una cadena que, a simple vista se veía bastante débil y llegaba hasta una estaca de madera clavada en el piso, sin embargo ella no hacía el más mínimo intento por zafarse.

El hombre le amarró al joven elefante una cadena a su pata trasera izquierda, la cual clavó en el piso con una estaca, tal cual la otra elefante. El joven le preguntó a la adulta que hacía ahí retenida, si era lo suficientemente grande y fuerte para liberarse, a lo que ella le respondió en tono resignado que ya estaba muy vieja y cansada para eso, que la situación no era tan mala puesto que aquí le daban tres comidas sin necesidad de ella salir a cazar, tenía un lugar para dormir segura y si se enfermaba, ahí mismo la atendían, sólo a cambio de ella hacer unas cuantas payasadas frente a un publico. Este elefante joven y lleno de fuerza, luego de escuchar esta historia, decidió luchar por librarse de las cadenas que lo separaban de su libertad, pero por más que intentó e intentó, no logró mover la estaca. Así pasaron días, meses y algunos años hasta que un día el elefante simplemente dejó de intentar y se resignó a la misma vida triste que había visto en la elefante adulta hacia ya unos años...

Este fenómeno se llama: indefensión aprendida. El sujeto asume una posición de sumisión ante hechos que violan sus derechos, los acepta y llega a excusarlos para verlo en una perspectiva "positiva".

 En Venezuela tenemos 15 años amarrados a esa estaca que nos separa de la libertad. Nos han hecho creer que no somos lo suficientemente fuertes e inteligentes para liberarnos y que dependemos del "otro" que nos "soluciona" la vida. A través de las "ayudas" el gobierno ha inducido al venezolano más necesitado a pensar que vivir con el "día-a-día", sin necesidad de superarse, es la única manera. Por otro lado, están los que asumieron una posición de derrotados y simplemente se dejan llevar por la corriente cotidiana, aunque reconozca que está todo mal, no tienen la convicción para ir por su libertad... Cuando la realidad, es todo lo contrario. El venezolano siempre se ha caracterizado por ser trabajador incansable, emprendedor, luchador por sus sueños...

Hace algunos años entramos en un retroceso y deterioro social, mal llamado "revolución" que nos hizo dormitar entre promesas incumplidas y división social. Pero es momento de despertar la conciencia y reaccionar. SÍ podemos liberarnos de las cadenas de este régimen que hoy nos quieren hundir en más miseria cada día, SÍ podemos rescatar al país y hacerlo productivo para todos, SÍ podemos unirnos para reconstruir la sociedad y hacer la Venezuela que todos queremos, sólo es cuestión de unión, convicción y organización para la acción.

La disidencia tiene como objetivo el cambio total y rotundo del sistema político venezolano, a través de la unión de todos los sectores que componen la sociedad, escuchado propuestas desde las bases, organizando y dando forma a la ruta. Luego de tanto, queda demostrada la ineficiencia de este gobierno para servir y solucionar los problemas cotidianos del venezolano, además de la corrupción interna que han llevado al colapso económico del país. Son muchas las razones para estar en desacuerdo con este régimen comunista que hoy en día hace vida en nuestra Venezuela.

Tu desacuerdo es disidencia.

#SomosDisidentes

Por María Sánchez  

En twitter: @MeMeeX