Venezuela
tiene quince años sobreviviendo bajo la tutela del mismo régimen. Tiempo que ha
llevado consigo arduas luchas, victorias y fracasos. Un tiempo que se dice
fácil pero ante el recuerdo y el dolor existente por tantas pérdidas y los
millones de derechos suprimidos por parte del régimen, es innumerable la
cantidad de daño generado.
Hemos estado durante quince años sufriendo diferentes calamidades es difícil no cuestionar a los personajes que han representado, como actores de su propio teatro, el dolor de una Venezuela dividida y sufrida gracias a tanto daño, injusticias y violaciones a nuestros derechos, derivadas estas acciones de su naturaleza totalitaria y sus ansias irresponsables de gobernar sin poder hacerlo.
Ésta hundida Venezuela ha sido el resultado de actuaciones tan burdas e irresponsables como las de Jorge Giordani, quien durante años llevo en sus manos las finanzas de nuestra nación; según él, de la mejor manera posible, enmarcado en la constitución y con la "fidelidad" que corresponde hacia con el ahora difunto. Es impresionante el leer declaraciones tan miserables como las que dio el ex-ministro Giordani hace ya algunos días. Es como escuchar a Poncio Pilatos haciendo una defensa sobre su "no responsabilidad" con la crucifixión de Cristo. Y sí, el ejemplo es algo descabellado pero, más descabellado es que un hombre que ha robado y se ha servido de las riquezas de nuestra nación y de un cargo que por complacencia y por haber dado resultados a favor de un hombre como el ex presidente de la República, ahora por su removimiento del gabinete ministerial, del cargo que ejerció por años y el cual le servía de trampolín para de la manera más cómoda ayudar a desfalcar al país, ahora se lave las manos como Pilatos intentando poner un pie adelante y otro atrás.
No Giordani, "o con Dios o con el diablo". Luego de tanto robo y complicidad no podemos estar de acuerdo con tus condolencias y frívolas palabras de "arrepentimiento".
Así
como Giordani, muchos otros que ahora se les hace fácil pararse en la acera de
enfrente a ver toda la destrucción, el mal y la división que causaron y ponerse
a calificar y remarcar todos los errores y barrabasadas que mientras ellos las
apoyaban nosotros, desde este lado la señalábamos. Y no sólo personajes del
oficialismo, recientemente nos chocamos con declaraciones algo descabelladas de
señor Ramón José Medina las cuales, como todos, luego buscó arreglar; además de
enfrentarnos con este montaje de Radio Rochela con el caso del “Pollo”
Carvajal, el cual el gobierno como su último accionar le otorga un pasaporte
diplomático como la perfecta licencia para delinquir.
Realmente
no somos quien para juzgar a nadie pero de las luchas que los venezolanos hemos
dado, la más ardua y difícil de dar, será concebir el perdón para todas estas
personas que han contribuido con nuestra decidía y alto índice de necesidad. La
mejor batalla es de la cual se aprende y esta que hemos dado los venezolanos,
nos ha dejado el mejor aprendizaje porque logramos entender que: Siempre habrá
momento para el perdón.
El
tiempo de Dios es perfecto y tarde o temprano Venezuela será libre y de los
venezolanos. Conseguiremos una justicia plena donde a los responsables de este
mal que nos acecha, les caiga todo el peso de la ley y las intervenciones del
Estado en defensa de vándalos sean solo un mal recuerdo para nuestro país.
La
riqueza venezolana está basada en la voluntad popular y la calidad de su gente.
Reconquistemos nuestra República no olvidando el pasado, así en el futuro no consumaremos
los mismos errores.