Quien critica debe tener moral para criticar.
Esta
semana publicaré un nuevo video de #BetaPolítico donde analizaré escenarios y
perspectivas sobre las elecciones del 6 de diciembre (Puedes ver videos de Beta Político haciendo click aquí). Como ya saben, estoy radicalmente
enfrentado con régimen político que impera en Venezuela; al mismo tiempo, soy
un fuerte crítico de los métodos e ideas que confluyen en la coalición
electoral opositora conocida como Mesa de la Unidad Democrática.
Ante
esto, me pareció ilógico y antiético sacar ese video sin antes verme un poco a
mí mismo, sin ver mis errores y limitaciones y los del movimiento donde activo;
es lógico que haya quienes piensen que no hacemos nada o que nos pregunten qué
proponemos (Haciendo click aquí puede oir nuestra propuesta, 20 minutos de audio), la crítica y autocrítica es necesaria.
La
autocrítica, como cualquier crítica, debe partir de un marco conceptual, de
realidades; y es en base a esos conceptos y realidades que hacemos la valoración
crítica de hechos, ideas y personas.
Como
la autocrítica es política, entonces es indispensable aclarar lo obvio,
definirlo.
ABC de la política de cambio.
Para
que cualquier proyecto político funciones deben confluir los siguientes elementos:
Política.
Liderazgo.
Recursos.
Gente.
Si
falta alguna, el proyecto siendo factible, puede no a llegar nada.
Política:
Es
la idea en sí misma, es el cuerpo de objetivos, estrategia, tácticas, mensaje,
método y organización.
Liderazgo:
Personas
que transformen el marco ideológico en verdades, analizan la realidad y
deciden, e incentivan a que esas decisiones sean asumidas y compartidas por los
ciudadanos.
Gente:
Personas
que con su activismo, participación, opinión y apoyo dan base a las ideas y al liderazgo
para el logro de los objetivos, conforman la masa crítica para el éxito de la
política planteada.
Recursos:
Toda
acción política tiene costos, desde llevar el mensaje hasta las acciones de
masas requieren de inversión.
Cada elemento tiene su nivel
de masa crítica necesario.
Al
mismo tiempo, todo esto conlleva un ciclo:
Idea.
Organización.
Información/Comunicación.
Deliberación/Decisión.
Formación/Planificación.
Acción.
Idea:
Es
el marco teórico, propuesta, objetivos y
proyección para transformar una realidad;
es el sentido que unifica a las personas en torno a un cambio deseado
y/o necesitado.
Organización:
Es
la forma como se relacionan las personas en torno a la idea, se distribuyen las responsabilidades y
acciones según especialidad, capacidad, interés, motivación y realidad
individual. La idea y las personas determinan la organización, no al revés.
Información/Comunicación:
La
idea y la naturaleza misma de la organización se informa, a lo interno de la(s)
organización(es) y a lo externo según sea el caso; como mensaje bidireccional
se reciben las respuestas, todas las respuestas se toman en cuenta.
Deliberación/Decisión:
Con
la información disponible, la(s) organización(es) analizan, dialogan, deliberan
y toman decisiones.
Formación/Planificación:
Para
concretar una decisión efectiva los involucrados debe aprender lo necesario
para hacer las cosas bien, educarse y aprender al respecto; debe planificarse,
definir bien metas, tiempos, recursos necesarios, costos, consecuencias, riesgos,
impactos. Lo que al mismo tiempo se traduce en capacidad de tomar y ejecutar
decisiones forzadas y/o en caliente.
Acción:
Es
la transformación de la idea en realidad, es el hecho transformador en sí
mismo. Es la operación que implica actividad, movimiento, impacto.
El ciclo comienza de nuevo
porque el(los) impacto(s) de la(s) acción(es) hacen que se propague la idea,
que se alimente, que se mejore; que se involucren más personas hasta el punto de
masa crítica.
Cada nivel estratégico de las
ideas y las acciones tiene su nivel de masa crítica necesario, por eso es importante definir qué
es masa crítica.
Masa crítica:
Es una minoría de personas
activas en una idea, construyen las condiciones y resuelven los recursos para
ejecutar acciones de cambio, las acciones son avaladas y apoyadas por una
mayoría relativa al entorno de impacto. La opinión y propagación del mensaje de
parte de la mayoría no activa en las acciones le dan legitimidad y moral a la
organización ejecuta las acciones.
La masa crítica funciona por
latencia, se agranda y se minimiza según el momento, acciones y acontecimientos
que ocurran, la masa crítica no se decreta ni se decide, se construyen las
condiciones para su existencia y cuando surge, SE DIRIGE.
La autocrítica necesaria.
Mi autocrítica, como activista
constructor de un movimiento disidente está en no poder hacer confluir los elementos
indispensables de la política: Idea, Liderazgo, Gente y Dinero; con lo cual no
he podido conducir un ciclo efectivo en nuestro movimiento de: Idea, Organización, Información/comunicación, Deliberación/Decisión, Formación/Planificación, Acción.
Pudiera
analizar el contexto país, mi situación individual y la de nuestros principales
activistas en este contexto; pero, solo sería una justificación, y el drama venezolano
no admite excusas ni quejas de los proponentes de ideas transformadoras.
Así,
estando plenamente convencido que nuestra idea es correcta y factible, que la disidencia es la actitud y método de cambio, asumo
entonces que mis limitaciones personales no me permiten diseñar tácticas y hacer
cosas para hacer confluir estos elementos, comenzar el ciclo de los ciclos para
que impactemos de manera fuerte y definitiva para el logro de los cambios que
nuestra sociedad necesita.
¿Cómo vencer las limitaciones individuales?
Suena
simple sin serlo, por una parte, debo corregir aspectos de mi personalidad y
mis métodos, toca desaprender muchas cosas y aprender otras tantas cosas
nuevas, incluso, creo que también debo cambiar mi imagen. Y como dice mi hermano Max Suárez "estamos procrastinando con la idea de pase algo que propicie ese cambio que es responsabilidad de todos".
Pero
esto es imposible sin la ayuda de otros ciudadanos comprometidos con el cambio,
con aquellas personas que leen estas palabras y que se sienten motivadas a ayudar.
Todos tenemos limitaciones en esta lucha, en todos sus niveles, los defectos y
debilidades de unos se compensan con las virtudes y fortaleza de otros; nos
urge la crítica sana entre nosotros mismos para superarnos, el adversario es
fuerte y decidido, estamos obligados a ser más fuertes, más decididos y mejores.
La
mediocridad, el conformismo, las ideas arcaicas, la falta de motivación, la
desesperanza, los miedos son las armas del adversario; en la medida que las
asumimos, asumimos nuestras limitaciones como verdades que no podemos cambiar,
pero ¡Sí Podemos!.
Corresponde vencer las limitaciones y concretar el ABC de la política de cambio para lograr lo que nuestra Venezuela exige.