Soy firme creyente de que la
voluntad humana es la que modela y transforma el mundo. Dentro de esa voluntad
existen ciertos principios básicos como
la constancia, la exigencia, el orden y la disciplina, que deben acompañar
a esa voluntad. Este escrito lo hago para desmentir los “mitos de moda” que
parecen estar en la mente del venezolano día a día, bloqueando estos principios
básicos para la existencia y excelencia de nuestra ciudadanía, de manera que si
no te gusta lo escrito, probablemente debas replantearte qué es lo que quieres
para tu país; y si necesitas agregar algo, bienvenido al combo de “los
escritores insatisfechos”, te invito a escribir más sobre el asunto, por
aquello de que un solo palo no hace montañas.
1.-
Somos un país rico: Esto
es un mito, no porque en realidad no seamos ricos, sino porque la riqueza no se
hace sola, estamos acostumbrados a vanagloriarnos de los recursos naturales que
poseemos, pero la realidad es que el
mayor recurso que puede tener un país, son sus ciudadanos. Aquellos que
convierten los recursos en materias utilizables para la industria, el comercio
y en general la supervivencia humana.
2.-El
gobierno tiene culpa de todo: Lo sé, suena chocante que te diga
que esto es mentira, pero es lo que es, una mentira. Para empezar, quién erige
un gobierno, es su propia ciudadanía, y quién lo mantiene también, pero peor
aún, lo que legitima, reivindica y respalda
a un gobierno, es toda aquella acción que tú no realizas para frenarlo. Odio
cuando un venezolano responsabiliza de todo a su gobierno, porque en realidad
su queja constante, sin propuestas ni acciones, es solo una queja. Cuando
sientas que ésta es la respuesta para todo en tu vida (el gobierno tiene culpa
de todo) pregúntate Y… ¿Qué hago yo para cambiar esa realidad?
3.- Este país no sirve hay
que irse: Admito que yo me fui y volví por causas completamente
diferentes por las que el venezolano promedio vuelve, y hablo desde mi
experiencia personal cuando digo que Venezuela es uno de los países más
increíbles que existen en el mundo, no acepto bajo ningún concepto que me digan
que “Venezuela es una mierda” como algunos se han dedicado a vociferar a través
de las distintas redes sociales, si usted no le gusta váyase, pero recuerde que
el éxito de sus familias, las alegrías y las tristezas usted las hizo aquí, y
si hay alguien que merece respeto por eso, es ésta misma tierra. Así que ojo: No vaya por el mundo diciendo lo que no es.
Hace
algún tiempo hice un diplomado de gerencia internacional, en él me decían: ¡guao!
Los venezolanos son increíbles, los quieren en todo el mundo porque son
inteligentes, cordiales, carismáticos, trabajadores, emprendedores; después
viaje y me di cuenta de que era una realidad lo todos me decían. En fin, si somos tan buenos afuera, es porque algo
bueno debemos tener adentro, así que no acepto que me digan que este país no
sirve, lo que no sirve son los límites impuestos, bien sea por el gobierno,
bien sea por nosotros mismos, para el progreso mutuo.
4.-Es que esto NO va a cambiar. El que
me diga esto, lo invito a leer libros de historia de Venezuela y punto. Nuestra
historia, es probablemente una de las más convulsionadas de Hispanoamérica, me niego a creer que terminaremos
estancados en un pozo de miseria, porque la verdadera miseria, es la miseria
humana, aquella que te cala los huesos y no te permite actuar, que te
invade las neuronas y no te permite pensar más allá de tus intereses
individuales, si dejas que esta te domine, entonces te conviertes en miserable
y haces miserables a los que te rodean, a tu país.
5.-Es
que antes se vivía mejor. Esto más que un mito es una
estupidez, ¿realmente importa?, ¡ya basta!, dejemos de vivir en el pasado. Además, seamos sinceros, ni muy muy,
ni tan tan, es decir, tampoco éramos los mejores, lo que quiere decir que el
problema está en hacer las cosas de diferente forma, porque ni antes ni ahora
nos salen perfectas, y la búsqueda de la
perfección, debe ser por regla lo que todos queremos de un país, ya que “todos
queremos un país que funcione perfecto” ¿o no?.
6.-
Es que la gente en Venezuela no sirve (por
no decir los adjetivos peyorativos que la gente se empeña en colocar) por eso me voy. Los
chavistas se quejan de lo cómodos y poco creativos que son los opositores, los
opositores se quejan porque los chavistas son muy… muy… (Adjetivo peyorativo).
Pregunto ¿Qué estamos haciendo cuando nos criticamos constantemente?, ¿qué logramos
con ello?, ¿a quién beneficiamos?, ¿es qué creemos que afuera conseguiremos la
panacea de la felicidad? Sé que lo que más molesta del venezolano suele ser la
falta de educación, me refiero al vecino molesto que pone la música a todo
volumen, al que sale corriendo para conseguir un puesto en el metro, al que
desecha el bendito papelito en la calle, al que vocifera groserías e
improperios por dónde camina, al que usa el celular en el metro a todo volumen
(en estos días vi a un ciego hacerlo y se los juro muero porque lea este
artículo pero sé que no puede, debería hacerse algo que se llame
audiobravo) pero ahora pregunto ¿nada de
eso es modificable o corregible?, ¿o es que ustedes creen que los otros países
no tienen problemas con sus ciudadanos?, Nadie,
nadie escapa de esta realidad, y solo se corrige a través de la educación
constate y disciplinada, pero eso no quiere decir que no sirvamos, solo dice
que nos falta ser más educados.