El inminente triunfo de Henrique
Capriles en la justa electoral del próximo 7 de octubre ha traído a la mesa un
plato fuerte para la discusión: la composición del posible equipo de gobierno
que acompañará al actual abanderado de la Unidad Democrática de cara a su
gestión como Presidente de la República en el período 2013-2019.
En días recientes, medios digitales
y rumores de pasillo se han volcado a aludir, por ejemplo, al tema de la
escogencia de un “compañero de fórmula” para Henrique. De lado y lado hay quien
habla de la posibilidad de que la responsabilidad de la Vice-Presidencia
recaerá sobre el actual gobernador del estado Lara, Henri Falcón, en tanto que
otros arguyen que la persona idónea para ello es el hombre que ha sido pieza
clave en la consolidación –diálogo y debate mediante- de la unidad a prueba de
balas que hoy presenta la MUD: Ramón Guillermo Aveledo.

La pregunta se nos presenta
especialmente interesante en tanto y en cuanto Henrique arribará al gobierno
apoyado por una coalición bastante numerosa de partidos, organizaciones éstas,
que a su vez, presentan distintos enfoques ideológicos (democristianos,
socialistas, socialdemócratas, centrohumanistas, etc). Pues bien, creo que la
pregunta en cuestión debe responderse a sí misma: debe gobernar con todos y más
importante aún, para todos
¿Y cómo se traduce eso de gobernar
con todos? Pues bueno, la nueva gestión gubernamental sencillamente debe ser la
de los hombres y las mujeres más aptas para desempeñar la enorme
responsabilidad que implicará asumir un gobierno con características de
transición (larga transición de 6 años, por cierto). Será ésta una gestión que
vivirá unos primeros meses donde probablemente se camine entre la tensa calma y
los brotes de violencia esporádicos que caracterizan a los procesos de cambio.
Los hombres y las mujeres del futuro
gobierno deberán tener, por encima de todo, comprobadas capacidades y sólidos
conocimientos en el área en la cual ocuparán puestos de primera línea, aunado
todo ello a una profunda sensibilidad social y una extraordinaria capacidad
para dialogar con los venezolanos –y por ende reconciliarlos- durante el
próximo sexenio.
Dudo, con toda la sinceridad del
caso, que Capriles quiera hacer de su tren de gobierno una copia al carbón de
la lista de miembros de su partido, o bien algo donde solamente figuren sus
amigos personales. La circunstancia histórica que vivimos convoca a Henrique y
a la vez a los venezolanos en general a que éste sea el momento donde impere
aquello de que se debe “gobernar con las y los mejores”, donde no se exija
militancia partidista alguna para desempeñar un cargo gubernativo, pero donde a
la vez no se crucifique a quien milite en un partido. De hecho, será esta etapa
de transición democrática, por cierto, el escenario perfecto para que
reconstruyamos el sano ejercicio de la concurrencia de los partidos políticos
–de todos los colores- como actores fundamentales de la democracia. Estoy pues,
plenamente seguro de que, dentro de
todos los partidos políticos y fuera de ellos hay venezolanos y
venezolanas que sabrán estar a la altura del compromiso que se nos viene.
Nehomar Adolfo Hernández
@Neoadolfo