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Observando con detenimiento la campaña “Chávez es otro beta”, la cual, en teoría, pretende destacar la imagen de los jóvenes del barrio como los protagonistas de la revolución, se pueden analizar varias cosas:


1° Del nombre de la campaña se desprende que se sigue marcando el personalismo en la supuesta búsqueda de la participación colectiva. La historia nos ha demostrado que la lucha de clases centrada en el mesianismo es un modelo fracasado, esto no es más que la manipulación del colectivo para otorgar más poder a un individuo. En antagonismo con la acción liberadora de las verdaderas revoluciones, se fortalece la dependencia hacia la imagen de un hombre.

2° Los eventos culturales o artísticos como los realizados en el marco de esta campaña,  son buenos, pero son eventos que se ejecutan y pasan. No unifican, no construyen, no crean conciencia; esto sucedería si fuesen la expresión de un plan de educación bien estructurado, pero no es el caso
.
3° Hablando de educación. Si el actual mandatario fuese “otro beta” se habría esmerado, en principio, en transformar la calidad académica. La realidad hoy en día es que el gremio docente es de los más vapuleados de nuestra sociedad, pasivos laborales que superan la escabrosa cifra de Bs. 4.000.000.000 lo demuestran. No conforme con ello, las partidas presupuestarias para las universidades son cada vez más pobres, obligando a fuertes recortes en aspectos como comedores y becas, resultando estas últimas mucho más bajas que la ayuda que reciben las madres adolescentes o los privados de libertad. Esta dura circunstancia ha desatado durante los últimos 14 años centenares de protestas que solo han servido para concluir que ser profesor o estudiante no es tan "beta."

4° Los jóvenes, lejos de ser protagonistas de revolución alguna, estamos siendo protagonistas (como víctimas o victimarios) de una estadística que coloca a Venezuela como el quinto país más violento del mundo. En el año 2010, la cifra de fallecidos por causas violentas triplicaba a la de 1999, periodo en el que se determinó que 36% de los muertos a tiros se encontraban entre 15 y 29 años.


Pudiéramos enumerar un sinfín de circunstancias más que agraden la integridad y la posibilidad de desarrollo de los jóvenes en la Venezuela de Chávez. El actual mandatario no es “otro beta”, el actual mandatario es un ejemplo de ineptitud en un momento en el que tuvo todas las oportunidades para impulsar el crecimiento y el avance de la nación, negándose a darle un viraje excepcional a la historia, sacrificando la gran posibilidad de erigir un socialismo de espíritu moderno adaptado a la realidad latinoamericana.
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